jueves, 15 de mayo de 2014

Mercados frontera y el temor a lo desconocido

Estamos acostumbrados a escuchar o leer en la prensa acerca de lo que sucede en los mercados emergentes. Y vemos a decenas de analistas discutiendo en televisión lo que pasa en estas economías. Esta realidad, sin embargo, contrasta con el conocimiento que tenemos de los mercados frontera. Muchas personas nunca han escuchado acerca de estos mercados.  O, quizás, no los asocian con países específicos. Son desconocidos -incluso- para muchos académicos trabajando en facultades de economía y negocios. Y las cosas que no resultan familiares generan desconfianza y, a veces, cierto temor. En definitiva, es un temor a lo desconocido, un temor creado por imágenes parciales de una realidad esquiva, un temor que impide ver oportunidades de negocio. Ya es hora de enfrentar estos temores. 

Primero, los mercados frontera son los próximos emergentes. Aún cuando muchas personas pueden asociarlos con países africanos y asiáticos, la verdad es que los mercados frontera están localizados en todas las regiones del mundo. Entre otros países, la lista incluye: Bulgaria, Rumania y Serbia en Europa; Ghana, Kenia y Nigeria en Africa; Kazajstán, Pakistán y Vietnam en Asia. 

Segundo, a pesar de la heterogeneidad que incluye esta lista, los mercados financieros de estos países se caracterizan por una baja capitalización de mercado y una escasa liquidez. Estos mercados ofrecen en muchos casos retornos más altos que aquéllos de países desarrollados, así como atractivas oportunidades de diversificación de portafolio. Esto último a causa de una baja integración financiera con países más desarrollados, lo que genera una baja correlación de retornos entre estos mercados. Y su volatilidad es, en muchos casos, menor a la de países emergentes.

Tercero, ser conscientes de nuestros sesgos cuando se toman decisiones de inversión en mercados frontera se vuelve muy importante. El desconocimiento hace que los veamos más riesgosos de lo que son y que seamos presa de juicios que están anclados en el pasado. Desafortunadamente, los medios de comunicación no contribuyen a cambiar estos juicios, ya que en su mayoría muestran sólo imágenes negativas de estos países. Un ejemplo son las noticias de violencia de grupos armados que cada cierto tiempo recibimos de algún país africano. A pesar de que la violencia está la mayor parte de las veces localizada en ciertas regiones, tendemos a pensar que el país en su totalidad sufre de ésta. Esto contrasta con la violencia terrorista que azotó a algunos países europeos hace unos años atrás. En estos casos, nunca se pensó que la violencia afectaba a todo el país y que esta situación los convertía en menos atractivos para los inversionistas. Lo más probable es que la inversión sólo haya disminuido en aquellas regiones afectadas directamente por las acciones de violencia.  

Con el paso del tiempo, los beneficios de invertir un dólar adicional en mercados frontera irán disminuyendo. Las oportunidades de diversificación se reducirán al incrementarse su integración con los mercados de países más desarrollados. Asimismo, los retornos serán menores, a medida que sus mercados se vuelvan más saturados por la competencia. Ahora es el tiempo de moverse.

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